Descongela el refrigerador para evitar que haya escape de frío y demande más energía. Cuando la capa de hielo llegue a los 5 milímetros hazlo, y revisa que no hayan fugas en el mismo. El exceso de hielo produce un incremento en el consumo energético de hasta 20%.
Regule la calefacción y el aire acondicionado a una temperatura adecuada en el hogar, tanto en el invierno como en el verano. Tenga en cuenta que variar en un grado la temperatura del termostato en verano o en invierno, puede incrementar el consumo en torno a un 7%.